En
esta oportunidad, vamos a hacer un pequeño recorrido por un hermoso rincón del
País Vasco, España, y que tiene también mucho que ver con la gastronomía y mis
gustos por ella, además de otros condimentos.
Estoy hablando de Zarautz (en
euskera) o Zarauz (en español), en la Provincia de Guipúzcoa.
Es
una localidad hermosa, con paisajes deslumbrantes y costa sobre el Mar
Cantábrico. Allí llegas en busca de playa, surf, sol, frutos de mar y pescados,
hay mucha juventud y bullicio durante el verano, donde sus 23.000 habitantes,
se ven triplicados en los meses estivales. Es muy elegante, tranquila y agradable y su
gente es muy trabajadora, cordial y servicial.
La
playa de Zarautz se conoce con el apodo de “la reina de las playas” por su
longitud, mide 2.8 kms, siendo la más larga del País Vasco. Es de arena fina,
queda muy ancha cuando baja el mar y se realizan famosos campeonatos de surf.
La mejor época para esta práctica dicen que es el otoño, porque el mar está en
la mejor situación para correr olas.
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Playa de Zarautz |
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Playa de Zarautz frente al Hotel Karlos Arguiñano |
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Playa de Zarautz |
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Playa de Zarautz mirando al este |
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Playa del Zarautz mirando al oeste |
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Playa de Zarautz |
Puso de moda este balneario la reina
Isabel II de España, cuando eligió a Zarautz como su residencia de verano. La
siguieron los aristócratas, y las elegantes construcciones palaciegas fueron
creciendo sobre la línea de la playa, que cuenta con un hermoso paseo costero, pudiendo
llegar hasta su vecina Getaria, que está a apenas cinco kilómetros de Zarautz.
Hoy día esas edificaciones lamentablemente ya no existen y fueron reemplazadas
por edificios modernos de cuatro y cinco pisos.
Aquí
se vivió de la pesca, hasta que con la desaparición de la ballena del
Cantábrico, en el siglo XVI, se vieron forzados a tener otras formas de
sustento. Una de las leyendas que andan en esta localidad, cuenta que el
astillero de Zarautz fue el que construyó la nave Victoria, que llevó a Juan
Sebastián Elcano, nacido en Getaria, a dar la primera vuelta al mundo. Fue la
única embarcación que regresó a España en 1522 de las cinco que salieron con
Magallanes.
El paseo costero o marítimo que
las une, es paralelo a la ruta y fácilmente transitable, y protegido con unas
hermosas barandas que no presenta inconveniente alguno para hacerlo hasta con
niños. Es un hermoso momento para caminar, tomar fotografías desde los
miradores y salientes que hacen de entradas al mar y también respirar el aire
fresco que trae el Cantábrico aunque sean las doce o trece horas del mediodía.
Puedes llegarte hasta Getaria y hacer el almuerzo o algún tapeo con txakolí de
Getaria, variedad de uva blanca, Hondarribi Zuri, descansar y luego retornar a
la “reina de las playas”.
Nosotros
volvimos al restaurante que está en la terraza del Hotel KA de Karlos Arguiñano
y pedimos un delicioso y sencillo pulpo a la gallega, que comimos mirando hacia
el Cantábrico.
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Paseo costero |
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Paseo costero |
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Ruta a Getaria y al costado paseo costero |
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Vista de Getaria desde el paseo marítimo |
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Paseo costero con hermosas barandas y alumbrado |
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Baranda hermosa del paseo costero entre Zarautz y Getaria |
Zarautz
es el lugar donde recaló el cocinero y presentador de televisión Karlos
Arguiñano, cuando apenas tenía 17 años, a mediados de los 60. Fue a estudiar a
la escuela de
hostelería dirigida por Luis Irizar, renombrado cocinero español y maestro de
muchos otros célebres cocineros, en el Hotel Euromar. Más tarde, sería la adelantada
y principal escuela de la revolución culinaria del País Vasco.
A
Karlos Arguiñano le tengo una especial admiración y afecto, se lo ha ganado por
su sencillez, humildad, carisma y conocimiento de la cocina hecha en casa,
aprovechando los productos de los que se disponen en cada estación del año. Fue
además quien me hizo enamorar aún más de la gastronomía y tomar luego la
decisión de hacerlo en forma profesional, algo que me llevó varios años de
estudio y preparación, como muchas horas en los fuegos.
La
gastronomía es cultura, es conocimiento y técnicas, y según otro de los grandes
chef, el Gato Dumas, sostenía que la cocina es arte, al que se le suman los
sonidos y los aromas y coincido en su idea. Este personaje de la televisión
española cumplió el 6 de septiembre de 2017 sus 69 años y sigue pleno y en
actividad. Llega muy temprano al hotel, desayuna y lo pude ver durante mi
estadía, saliendo a la terraza a mirar el mar, siendo cómplice de los solitarios
surfistas, que desde muy tempranas horas están montados en sus tablas y
corriendo olas.
El
Hotel KA con su restaurante, terraza, bar, heladería, bizcochería y panadería, está
prácticamente en la playa. Es sencillamente bajar una escalinata para acceder a ella.
El
emprendimiento se desarrolla en una construcción de principios del Siglo XX, la
Villa Aiala y cuenta con doce habitaciones que están decoradas en diferentes
estilos, en un bellísimo palacete. La estadía fue muy grata debido a la
hospitalidad del personal, el respeto que hay en el trato y la
personalidad que le imprime la gente del lugar, que a pesar de trabajar muchas
horas, siempre están dispuestos a servirte de la mejor forma, con cordialidad y
tranquilidad. El bar está lleno durante todo el día, igual
que su hermosa terraza que mira al mar.
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Reloj en la recepción del Hotel KA con las doce llaves de las habitaciones |
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Terraza Hotel Karlos Arguiñano frente al Mar Cantábrico |
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Un farol de la terraza y el famoso petirrojo de Arguiñano |
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Pulpo a la gallega en la terraza del Hotel KA |
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Hotel KA emprendimiento desarrollado en un antiguo palacete
Villa Aiala de principios del siglo XX |
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Frente del Hotel KA por la calle Mendilauta |
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Karlos Arguiñano en la terraza de su hotel - restaurante
muy temprano mirando el mar y su celular
flanqueado por amigos |
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Karlos Arguiñano disfrutando del silencio de la mañana
y la hermosa vista que nos acompañó durante nuestra estadía en Zarautz
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El
día que nos tomamos la fotografía juntos, estábamos en el desayunador del hotel. La
verdad es que no todos los días se comparte el desayuno con Karlitos Arguiñano
aunque esté en la mesa de al lado!!!
Fue
una alegría poder conocerlo en persona, alojarme en su hotel y vivir esta
experiencia que quedará atesorada en mi corazón. Mi admiración por él es de
décadas, y mi especial aprecio es por el gran cariño que pone al hacer sus
programas, como también porque fue uno de los primeros profesionales que
trabajando en televisión, compartía enseñanzas con respecto a la higiene en
cada paso de la elaboración de los alimentos, el manejo de reglas sencillas,
básicas y que hacen que la cocina, aunque se trate de la de nuestro hogar, sea
segura. Soy bastante detallista y cuidadosa en este aspecto y por fin
encontraba a alguien que era bastante más “fastidioso” que yo.
Y
sus chistes…qué decir!! Aún hay muchos que no los entiendo pero me hacen reír igual.
Los programas de Arguiñano, me llegaban grabados en video a Montevideo desde Paysandú, de la radio del esposo de mi madre, Tony, que los levantaba por medio de la parabólica y con quien compartimos el gusto por la cocina y el buen comer. Esto es algo general en nuestra familia. Jooo!
Él también se había dejado seducir por este muy agradable personaje vasco, que nos mostraba el rostro de los cocineros que habían permanecido detrás de las puertas de la cocina, nos fascinó su cocina, jovialidad y bonomía.
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Estatua de Karlos Arguiñano en la puerta que da a la cocina del hotel |
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Detalles de los productos de tocador y una de las ventanas del baño que da al mar. Tremendo color! |
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Un grande, Karlos Arguiñano.
Un guipuzcoano, vasco, casi zarautztarra
con más de cincuenta años de establecido en Zarautz |
Les
cuento algo más de mi impresión al tratarlo, me pareció más tímido de lo que
aparenta frente a las cámaras. Adoré
estar allí y fui con esta única intención, la de atisbar en su mundo que
siempre admiré y compartí detrás de una pantalla.
Les
comparto el link para poder ver sus programas y
recetas
y el programa del día de hoy
El casco viejo de Zarautz es un lindo lugar para pasear, hacer algunas compras, hay bonitos locales, tomar algún café o té, tapas, unas cañas. Hay mucho movimiento en todos los horarios. Es un momento para salir de la playa y tomar fotos de algunas edificaciones antiguas.
En el extremo oeste de la calle principal Kale Nagusia, está la iglesia Santa María la Real de estilo gótico y la Torre Zarautz, ambos del siglo XV. Tuvimos oportunidad de presenciar un casamiento y una misa de difuntos con coro estable y con un órgano que sonaba de forma celestial. Por una escalera exterior al templo accedimos al coro y desde allí presenciamos la misa en euskera. Fue muy emocionante participar de la misa. Para mí era un día muy especial y triste. Resulta quizás increíble, entrar a rezar al templo y encontrarte con una misa de difuntos, el día que se conmemoraba el primer año de fallecido de mi querido hermano Marcelo. Es lo que siento, que nada es casual en nuestras vidas, el universo siempre conspira para llevarte donde debes estar o darte lo que necesitas recibir. La mano de Dios siempre está extendida.
Termino este recorrido con el Palacio Narros, otra edificación que está al oeste de la playa y en primera línea a la costa, construido en 1536 y fue la antigua residencia de veraneo de la reina Isabel II de España. Lamentablemente no se puede visitar y para orgullo de sus dueños, es patrimonio de un particular.
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Calle del casco viejo zarautztarro |
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Musika Plaza con su kiosko clásico
construido con reminiscencias del primero que era de mediados del siglo XX
Lugar de encuentro con la música. Esta plaza se llamó Plaza Constitución y en el período
franquista Plaza España. |
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Una debilidad, faroles |
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Otra debilidad además de faroles, balcones |
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Otra debilidad además de faroles y balcones, ventanas |
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Tienda que me hizo recordar la sastrería de mi abuelo José María Pepe
Atendida por caballeros, ropa masculina de buena calidad,
estanterías y muebles de maderas nobles |
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Calle del casco viejo |
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Calle del casco viejo |
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Torre del reloj del Convento Franciscanos de San Juan Bautista |
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Convento Franciscanos de San Juan Bautista |
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Convento Franciscanos de San Juan Bautista con su torre reloj y campanario al fondo
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