Una brisa de limones
Una brisa de limones
sentenció al silencio
lleno de caricias que antes volaron.
Impresas en su cuerpo
agua turquesa
las huellas desvanecieron
en tanto el tiempo la encogía.
Fueron garatusas y carantoñas
zalamerías que se creía
de su embelesado quijote.
llegaron sombras de cenizas
que aderezaron su rizado cabello.
de vivir erguidos y envarados
desmayaron en su apropiado follaje.
se enredaron las arañas
las aves enfermaron de afonía.
Una noche muy barata
entre copas y mendigos
hubo llantos, hubo risas.
Entre sueños apenados
soltó vuelo peregrino
a todo amor que le tenía.
El alma y el aliento
en esa noche se alejaban
para siempre
para nunca
antes muerta que olvidada.
Julio 2013