Conmemorando 157 años
de la ciudad de
Paysandú
De allí salí sanducera
Salí de tus entrañas
madre y tierra amada
tierra de gestas
tierra de heroicidad,
sangre y olvidos.
Aún se anuda en mi gola
la lejanía de mi estancia
donde viví una niñez
de atardeceres y fragancias
donde viví una juventud
de sueños y esperanzas.
Recorrer mis caminos
de vida
de alegrías
y nostalgias
me lleva siempre a ti
ciudad querida
ciudad amada.
Cuando uno se va
se impone un destierro
en el fondo del alma
y nada lo calma.
Soy de esa patria
ciudad de fábricas
ciudad de obreros
donde el trabajo erguía
emancipaba a las familias
y hasta los muertos.
Madrugaban las abuelas
para baldear veredas
en tanto los hombres
volvían a la casa para el almuerzo
una siesta entremedio
y otra vez ya se iban
a ganarse el pan y el dinero
para dar a sus hijos y nietos
honestidad, educación y valentía.
Ellos supieron de sacrificios y dolores
de conquistas familiares y sinsabores.
La libertad y las divisas los sacudían
también el pesar
al ver su ciudad
ir decayendo.
Mi deseo es que la Madre María
la guarde, la sane, la proteja
de la hipocresía de los hombres
que llegaron
para desvestirle los sueños.
En los cementerios
no hay muertos
están los seres queridos
que se ganaron su lugar en el Cielo
por su decencia e historias
me arrodillo a pedir por ellos.
Paysandú heroica
soy una de tus hijas
corre tu espíritu de impulso
de pujanza
en el cordón de mis venas
los 157 años de tu historia.
Al nombrarte
valiente paso
mi voz se quiebra
se estruja el sentimiento
de haber salido
y sentirme una extraña
en un lugar que no encajo
la pucha digo
pagamos duro
nuestros sueños.
Patricia María Bertacchi Pepe
08/06/2020
22.56 horas
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