Es un municipio español ubicado en la comarca catalana de
La Garrotxa (Gerona), a tan solo 31 km de la capital. Limita con las comarcas
de Alt Empurdà y Pla de l’Estany. Confluyen el río Fluviá y la riera de
Capellades. Hoy pregunté en Peratallada sobre el clima y su vida en las
distintas temporadas y me han dicho que es muy frío y no hay nadie. Los
lugareños apetecen salir de viaje igual que lo hacemos nosotros aunque para
ellos es todo mucho más fácil ya que las distancias son pequeñas. En Besalú
también cae el turismo en el invierno, pero como pueblos medievales que son,
para los enamorados como yo de esa época, no importa si están llenos o vacíos,
buscamos la piedra y construcciones que nos alimentan la fantasía que tenemos
de ese momento de la historia.
Besalú vive de las industrias, precisamente de las textiles,
metal y canteras, como del turismo y los servicios que necesita el turista. En los
comercios de souvenirs, se ofrecen muchos adornos de metal. Antes de esta
reconversión eran productores de cebada, maíz y heno.
La belleza de este pueblo como de tantos otros de España, está
en los rincones, las plazas, murallas, callejuelas estrechas, empedrados, construcciones
de piedra y canto rodado, las construcciones medievales, algunas de impronta
judía otras árabe. Es todo caminable. En cada pueblo hacemos entre 6 y 10 km de
caminata recorriendo y visitando el casco histórico y alrededores.
En cuanto a la gastronomía, ya sabemos por anticipado que
dentro de los viajes, es uno de los puntos de interés para el turista. Los
restauradores se esmeran en proporcionar una amplia gama de platos, haciendo
énfasis en aquellos que la materia prima es regional. Toda esta zona es
reconocida por sus embutidos, alubias, los panes al horno de leña, las salsas
de vinos, la tradicional de aceite de oliva y tomates. Se trabaja la cocina
tradicional con un toque más creativo, se ha comenzado desde hace ya unos cuantos
años con el “experimento”.
En esta ocasión probé albóndigas con sepia, pato con peras,
exquisito!!, canelones de bacalao con una bechamel de la ostia, mucho fideuá, que
dicho sea de paso me apasiona tanto como la paella, bacalao fresco que para mí
es de las carnes de pescado más exquisitas y dentro de los postres la
entrañable crema catalana y el flan casero, helados y algún pastel de manzanas.
La cocina es tan representativa de un pueblo como es su
historia, pero esta entra por el paladar, invadiendo todos los sentidos,
inclusive el oído y nos deja plenamente satisfechos. Si se tapan la nariz,
cubren sus ojos y solo escuchan, les puedo asegurar que el chisporroteo de un
salteado en una sartén les sacude el cerebro y termina siendo un “se me hizo
agua la boca”. Insisto en que no hay nada más placentero que adiestrar el
paladar para luego saber que llevamos a nuestro cuerpo. Somos lo que comemos.
Con el tema gastronómico, mi profesión por elección y una de mis grandes
pasiones, me voy por las ramas y me sale la profesora!!
Para tener algún dato de los orígenes de Besalú, se puede
decir que según documentación, nace a raíz de la conquista que hacen los carolingios
de estas tierras a los musulmanes en el año 785 y pasan a ser dependientes del
condado de Gerona. Se la conoce como “pago bisuldunense” (aldea entre dos agua).
Más de cien años después, debido a repartos de tierras por
investiduras condales, Besalú fue entregado a Guifré El Pilós (Wilfredo El
Velloso, llevando a Besalú a ser un condado independiente y autónomo. Se
suceden en la familia los privilegios de la administración hasta el año 1111,
al no tener descendencia Bernat III y
así pasa Besalú a depender de la Casa de Barcelona y del conde Ramón Berenguer
III.
Para el siglo XII el condado pasó a manos del veguer y Abad del Monasterio de Sant Pere, convirtiéndose
así en una de las tierras más importantes de Cataluña. Por su situación estratégica
se convierte en un gran puente, relacionando tierras agrícolas y ganaderas con
otras comerciales. Se acerca gente artesana, campesina y comerciantes para
hacer negocios y prosperan, y los oficios aumentan en los rubros de zapateros,
tejedores, carpinteros.
Besalú atraviesa un sinfín de enfrentamientos como las
invasiones francesas, la guerra de sucesión, la de la independencia, las
carlistas, la guerra civil española, la peste en 1651, llegando a nuestros días
con una rica historia de contrastes y por eso es que tengo la sensación de que
cada rincón, cada empedrado, cada casa, monasterio, ventanas y puertas nos van contando sus llantos y sus glorias.
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Hotel Comte Tallaferro
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| Plaza Mayor |
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| El árbol de la vida |
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| Soy yo |
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| Puerta de Besalú |
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| El puente de Besalú fue construido en el siglo XII para salvar las aguas del río Fluvia, con dos puertas de distinto tamaño, siete arcadas y casi 150 metros de longitud. |
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| Puente sobre el río Fluviá, de estilo románico y que casi tiene 1.000 años, la primera constancia del mismo data del 1075. |
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| Adorno en el trayecto del puente |
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| Agregar leyenda
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| Puente de Besalú reconstruido en varias oportunidades |
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| A lo largo de la primera mitad del siglo I DC este espacio estaba ocupado al menos por dos edificios. Solo se ve una parte de la edificación y el resto está bajo tierra. Silos |
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| Monasterio de San Pere en Besalú |
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| Torre del Monasterio de San pere |
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| Monasterio de San Pere |
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La fachada del monasterio está decorada con dos leones que representan el poder y la protección de la iglesia frente al mal. En el interior se veneraba, desde el deambulatorio con ocho columnas, las reliquias de San Primo y San Feliciano, uno de los motivos por los que Besalú era lugar de peregrinación.
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| Austeridad del templo medival |
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| Panadería en Besalú |
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| Campanas del Monasterio de San Pere |
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| Vista desde el hotel |
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| Vista desde el hotel |
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| Puente sobre el río Fluviá |
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