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Soy Patricia Bertacchi, autora del diseño y los contenidos de este espacio. Aquí encontrarán un lugar donde refugiarse entre mis pasiones y sentimientos, que bien podrían ser los mismos de ustedes, tomando forma en poemas, cuentos, fotografías, opiniones y comentarios, artículos del Rincón Gastronómico de la Revista C&A Carnes y Alimentos, lecturas, crónicas de viajes y hasta alguna receta. Bienvenidos a mi hogar virtual!

sábado, 19 de septiembre de 2015

Italia - Tórbole, Lago di Garda


Nago -Tórbole 

 Lago di Garda

En septiembre del 2012, me sorprendió enormemente, hasta conmoverme, Tórbole, una localidad de la Provincia de Trento, región de Trentino-Alto Adigio. Fuimos de pasada hacia Venecia. Habíamos reservado una noche en el Hotel Lago di Garda, a los pies del lago. Resultó que en aquel momento, quedé hambrienta de Garda y me prometí volver. 
Mientras organizaba este tour totalmente italiano, excepto por casi tres días que pasaremos en Madrid al volver de Italia y antes de regresar a Uruguay, me dije, ups, es una oportunidad óptima para regresar y conocer un poco más la zona! Luego de haber estado algunos días entre Milán, Como y Bellagio, recalamos en Tórbole. Para mi sorpresa, está tan igual que como la dejé. Es una región montañosa y de bosques tupidos, de azules y grises plomizos, de bruma que sobrevuela el lago y unos colores increíbles que no hay fotografía que los pueda reproducir. Esto es así, cuando vienes de una localidad a otra, entre montañas y lagos, al salir de una localidad, subes montaña y cuando vas llegando al destino bajas la montaña hasta llegar al nivel del lago. Los paisajes son formidables, te puedes encontrar una casa construida en la punta de una montaña, un castillo en una montaña de punta roma y acantilados en todos sus lados y que no te da la mente para resolver como hicieron para subir las piedras y materiales para hacerlo o como llegaba el suministro de víveres y que hacían sus habitantes perdidos en el medio de aquellas montañas y otra gran pregunta es cómo hay tantas iglesias, catedrales y parroquias diseminadas por todo el territorio italiano. Es impresionante y te domina por completo tanta fe. Yo he vivido con la piel de gallina. Hay iglesias en las que entro que me pongo a llorar y esto lo digo con total sinceridad, bueno, como digo todo. Volviendo a mi Tórbole, cuando veníamos llegando dije, aquí vengo a descansar, no quiero hacer nada.¿Y qué les parece que hice? Nada. 
Llegué al hotel y me habían asignado una habitación, que cuando llegué a verla, estaba linda y con vista al lago, pero no era la que había pedido,  la 108, que era la que había estado la vez anterior. Una stanza amplia, con ventanales al frente del hotel y con una vista inmejorable al lago. Me fui a quejar entre italiano y español, les hice revisar la base de datos, comprobaron lo que dije, les protesté que había pagado por una superior y volvíamos al hotel solo por esa habitación. No sé si me la quisieron jugar de callado y si pasaba, pasaba, no me dieron la 108 pero me cambiaron inmediatamente a la 104 de igual disposición y con balcón frente al lago. Sostengo firmemente que no hay peor gestión que la que no se hace y cuando los reclamos son con criterio, te lo tienen que resolver, aunque me tengan que llevar a la casa del dueño. 
Ubicados ya en la 104, abriendo puertas y balcón,  me senté a mirar el lago. Nos fuimos a almorzar en el mismo ristorante Caffé Casa Beust que la vez anterior. Es una cocina muy familiar y gourmet. Sigo con mi trago italiano Spritz que me acompaña en los momentos de sosiego. Y me tomé una deliciosa zupa dei giorni, entre las fotos están los platos. Luego comí un omelette de funghi porcini. Recomiendo este lugar porque tiene la mejor vista de Tórbole, tanto el hotel como il ristorante-bar.
Olvidaba contarles que el broche de oro fue la cena en el ristorante del hotel. Soy una loca por los pescados y los frutos de mar. Al abrir la carta menú, leí entre las entradas, Antipasti di frutti di mare per due persone. Tranquila me dije, este es el plato de la noche. Así fue. No tomé fotos del plato pero no se imaginan la presentación y lo delicioso y a punto de todos los frutos del mar. Una fuente redonda de cerámica blanca con langostinos a la plancha, vieras a la plancha en sus valvas, rabas de calamaretti y pulpitos en tempura, mejillones y berberechos en sus valvas con una salsa de tomate y morrones frescos, bruschettas  con rolls de salmón ahumado acompañados de vino blanco. Hasta hoy fue el plato elaborado más elegante, exquisito y en su relación precio calidad, más asequible, 26 euros, no existe en un entorno como Tórbole. 
En fin, mi vuelta a Tórbole fue nuevamente un remanso para mi alma, visité a mi vecino  Goethe, que se alojaba a media cuadra de mi hotel pero en otros tiempos, compré algunas prendas italianas que sigo desde mi primer viaje en esa plaza y volví al hotel con un torrente de lluvia especial para hacer habitación y mis crónicas y fotografías. El desayuno de este hotel es el mejor!! Ni imaginan la variedad de exquisiteces que preparan para el buffet. Si van por Lago di Garda, Tórbole, no dejen de tener en cuenta lo que les sugiero. El paso de un viajero anterior mejora mi viaje. Arrivederci e ci vediamo a Venezia!!








































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